El Ayuntamiento de Valènciaaprobó en el pleno lamoratoria a la implantanción de pisos turísticos. Esta medida implica una suspensión temporal de licencias que tendrá la vigencia de un año mientras la concejalía de Urbanismo modifica el planeamiento para introducir restricciones permanentes.
La suspensión, que debe circunscribirse a determinadas zonas, se extiende a la llamada «ciudad central» -excepto Ciutat Vella y Cabanyal, que tienen ya sus propias limitaciones- y a siete pedanías.
La decisión supone así «suspender la tramitación y el otorgamiento de licencias de edificación para la implantación de nuevos usos terciarios hoteleros» durante un año para «facilitar el estudio de la reforma de la ordenación urbanística». Se incluyen aquí aquellos permisos para que se acometa un «cambio de los usos del edificio o de una parte del mismo» para la explotación terciaria. Pero afectará exclusivamente a los alojamientos temporales situados en comunidades de propietarios y en bajos y no a los edificios completos de apartamentos turísticos, cuya actividad es equiparable a la de un hotel.
Quedan fuera de la a medida el distrito deCiutat Vella y el barrio de Cabanyal, cuyos Planes Especiales aprobados el pasado mandato ya recogen limitaciones especiales para la implantación de pisos turísticos. El primero ya veta nuevos usos hoteleros en buena parte del casco histórico -sólo los permite en el barrio Sant Francesc- y el segundo limita los pisos turísticos al 10% por manzana en el barrio marítimo.